El proceso analítico

La metodología del Análisis Químico puede resumirse en un proceso analítico general consistente en un conjunto de procedimientos realizados para solucionar un determinado problema analítico. Sus etapas se resumen en el esquema siguiente:

 

 

La definición del problema es la primera etapa, en ella se plantea el tipo de análisis que se necesita y la escala de trabajo. Tras ello, debe realizarse la elección del método analítico, aspecto clave para una resolución adecuada del problema. Una vez elegido el método, se procede a su ejecución. Posteriormente, se pasa a valorar los resultados obtenidos para establecer si el problema ha sido resuelto de forma satisfactoria. Si no es así, se debería reiniciar el proceso analítico y replantear el problema. El desarrollo práctico del método analítico consta de tres etapas:

 

Las operaciones previas o preliminares, pueden descomponerse en dos subetapas. En la primera, se realiza un muestreo, que incluye la toma de la muestra representativa del material a analizar. y los procedimientos para su conservación adecuada hasta el momento del análisis. Esta es una etapa que consume tiempo y recursos y que resulta de gran importancia. Usted puede contar con las mejores técnicas analíticas pero, si la muestra no es adecuada, esto no servirá de nada.  En la segunda, se lleva a cabo una transformación de la muestra o parte de la misma, de forma que la especie o especies químicas de interés pasen a una forma medible inequívocamente. Esta transformación, de ser necesaria, podría requerir etapas de separación de sustancias interferentes y etapas de reacción química que hagan más sensible y específica la medición de la señal debida al analito.

 

En la etapa de adquisición de datos tiene cada vez más importancia la instrumentación analítica. El proceso de medida instrumental básico puede separarse en tres etapas: la generación de un flujo de energía, la interacción de este flujo con la muestra y la medición y procesado de la señal procedente de la muestra.

 

Por último, la etapa de tratamiento de datos consiste en el procesamiento matemático de los datos para obtener unos resultados que den el valor mós probable de la información buscada, así como la incertidumbre que la acompaña.

 

En el esquema se incluyen algunas operaciones que tienen que ver con el aseguramiento de la calidad de los análisis. Esto incluye el análisis de blancos que no son más que muestras sin analito que reciben los mismos tratamientos (adiciones de reactivos, tratamientos térmicos, etc); el análisis de muestras fortificadas (esto quiere decir que se le añaden cantidades conocidas del analito) y el análisis de patrones, que son muestras que contienen cantidades conocidas del analito, que puedo analizar en un orden creciente y que nos permiten hallar curvas de calibración para el análisis de un determinado compuesto o elemento. También incluye el análisis de muestras certificadas, con una matriz similar a la muestra que queremos analizar. Estos estándares certificados, resultan costosos, pero nos ayudan a determinar la exactitud de nuestras determinaciones. Sobre esto se ampliará en lo referente a la calidad.

Por último quiero hacer referencia a la confianza que uno puede tener en los resultados que obtiene en el análisis químico. La aplicación escrupulosa de los procedimientos analíticos, el utilizar los reactivos de la calidad adecuada, la utilización de instrumentos y material con la calidad adecuada y que son sometidos a las verificaciones y mantenimientos correspondientes, la observación cuidadosa de lo que acontece en cada momento, el llevar adecuadamente la bitácora de trabajo y mucho ingenio y honestidad, nos darán los resultados necesarios.